El Observatorio de Género del sistema Isapre es una plataforma interactiva que facilita el acceso a un conjunto de indicadores de género e información estadística desagregada por sexo, permitiendo visualizar las diferencias y brechas que se presentan entre hombres y mujeres en ámbitos de participación, utilización y coberturas del sistema privado de salud.

La primera edición de esta herramienta se publicó en enero de 2022, con información referida al año 2020 y se ha estado actualizando anualmente, incorporando la información del último año disponible. Esta última versión, contiene datos del año 2024 y series que consideran datos desde 2015.

En conjunto, el Observatorio contiene 28 indicadores que pueden ser visualizados por “Isapre” o “Tipo de Isapre” (abiertas, cerradas y en total); un panel de personas beneficiarias también puede ser visualizado por “Tipo de Beneficiario/a” (cotizantes, cargas y en total) y todos estos elementos se presentan como filtros que las personas pueden activar individualmente o simultáneamente conforme a su interés.

Resultados destacables a diciembre 2024

En 2024, el uso promedio de prestaciones de salud en mujeres (39) fue superior al de los hombres (28). La brecha de género indica que las mujeres se realizaron en promedio 11 prestaciones más que los hombres durante el año, incididas principalmente por prestaciones ambulatorias, por cuanto, el número de prestaciones hospitalarias es similar para ambos sexos (6 y 7, respectivamente).

Lo anterior, podría estar relacionado, con una aproximación más preventiva por parte de las mujeres con los servicios de salud, que se refleja en un mayor uso de prestaciones menos complejas (ambulatorias) mientras la brecha de género en atenciones hospitalarias es de sólo 1 prestación adicional.

Diferencia entre cargas y cotizantes

En diciembre 2024, se observa que las mujeres tienen mayor participación en la cartera de cargas (57,3%) que en la cartera de cotizantes (40,7%), lo que podría atribuirse a su menor participación en el mercado laboral, ingresos inferiores y precios más altos en los planes de salud. Esto, antes de la entrada en vigencia de la Tabla de Factores Única (TFU), en abril de 2020.

Luego, se revela que en los últimos 10 años, la participación de mujeres en la cartera de cotizantes muestra un incremento, pasando de 35,6% en diciembre de 2015 a un 40,7% en diciembre de 2024. Este incremento es más acentuado en los últimos 5 años, desde la entrada en vigencia de la TFU, período durante el cual la brecha de género disminuye notablemente, pasando de -26,6 pp. en diciembre de 2019 a -18,6 pp. en diciembre 2024.

El índice de feminidad, entonces, en este período pasa de 58 a 69 mujeres por cada 100 hombres.

En la cartera de cargas, en cambio, la participación de mujeres disminuye desde 141 a 134 mujeres por cada 100 hombres en la última década.

Planes de Salud

Respecto a Planes de Salud, en diciembre 2024 las mujeres cotizantes mostraron menor presencia en la oferta de planes (37,9% en planes nuevos) que en los planes de stock (40,8% en planes antiguos), con brechas de género de -24,1 pp. y -18,3 pp., respectivamente.

En 2024, además, las mujeres gastaron 1,2 veces lo que gastaron los hombres en prestaciones de salud, con una brecha de $337.406 per cápita (+22,6%). El gasto superior de las mujeres, se debe principalmente, al mayor uso de prestaciones de tipo ambulatorio donde la brecha de género alcanzó un valor de 10 prestaciones adicionales, lo que podría atribuirse a una conducta más preventiva y de mayor cuidado en salud por parte de las mujeres.

En 2024, las mujeres ($1.831.029) generaron un gasto per cápita en prestaciones de salud equivalente a 1,2 veces el de los hombres ($1.493.624). La brecha de género alcanzó un valor de +$337.406 (+22,6%), en promedio.

Las brechas de gasto más relevantes en prestaciones de salud se presentaron entre los 25 y 44 años (edad fértil de la mujer), con un índice máximo de +1 vez en los tramos 30-34 y 35-39 años. En este último tramo las mujeres gastaron $941.498 más que los hombres y, en el tramo 30–34 años gastaron $905.991 más que los hombres, ambas cifras en promedio.