El establecimiento perteneciente a la red asistencial del Servicio de Salud del Reloncaví, acreditó con un 100% de las características obligatorias evaluadas y un 61% de las que no lo son.
20 de diciembre de 2016
En una ceremonia encabezada por el Superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, y el Intendente de Prestadores del organismo, Dr. Enrique Ayarza, entre otras autoridades, el Hospital de Maullín recibió el certificado y la placa de acreditación en calidad que oficializa el cumplimiento del exitoso proceso al que fue sometido.
En el evento, realizado en dependencias del establecimiento, también contó con la asistencia de su Director, Brian Romero; la Directora Servicio de Salud Biobío, Dra. Marta Caro; el Jefe Zonal de la Superintendencia, Ernesto San Martín, además de las trabajadoras y trabajadores del lugar.
En la ocasión, el Superintendente Pavlovic afirmó: «La acreditación no consiste en llenar un formulario o en mera burocracia o realizar un check list de exigencias que se deben cumplir. Acreditar significa poner al paciente al centro de las preocupaciones. Desde los médicos hasta el personal administrativo deben estar atentos a ellos. Es un trabajo mancomunado, una verdadera revolución para el sistema de salud; un mensaje de equidad»
En esta misma línea, la autoridad también destacó «la decisión del Hospital de someterse a este proceso, exigente, complejo, sin que fuese aún obligatorio para los centros de baja complejidad como es en este caso. Esto sin duda demuestra cuán comprometidos están con la comunidad y la mejora continua en la atención y los procesos internos. Han cumplido con la mayoría de las más de 100 características o exigencias que fueron medidas por una empresa externa. Y sin duda, merecen todas las felicitaciones»
Por último el Intendente de Prestadores, Dr. Enrique Ayarza, señaló que «acreditar significa poner barreras al riesgo, a los eventos que son propios del sistema. Hoy sin duda atenderse en el Hospital de Maullín es más seguro que antes y no sólo por el cumplimiento de las exigencias sino también porque han debido trabajar en equipo y con un lenguaje común: el de la calidad».
El recinto de Salud de Baja complejidad, cuenta con una dotación de 33 camas indiferenciadas y 86 trabajadores, donde realizan 15.000 atenciones anuales.