El estudio, también evaluó el Plan Auge o GES, donde la falta de información es el punto más relevante.
25 de abril de 2011
La sensación de protección en salud disminuyó un 4%, de 54% a 50%, entre el año 2010 y el 2009 en los usuarios del sistema público, en contraste con una mantención en los beneficiarios de Isapre, quienes en un 80% señalan estar protegidos o muy protegidos.
Así lo señala el «Estudio de opinión a usuarios del Sistema de Salud: Conocimiento, posicionamiento de la Superintendencia de Salud, GES-Auge y otros aspectos de la reforma» realizado por Adimark GFK, por encargo de la Superintendencia de Salud, destinado a conocer la percepción, experiencia y valoración que tienen los usuarios del Fonasa e Isapres sobre el sistema de salud.
La muestra se realizó entre el 4 de enero y el 20 de febrero del año 2011 y contempló un universo de 2.327 entrevistas presenciales en hogares, entre hombres y mujeres del Fonasa e Isapres, mayores de 18 años, a lo largo de todo el país.
En este estudio los usuarios del Fonasa indican que para sentirse muy protegidos el sistema de salud debería disminuir los tiempos de espera (no hacer filas, menos demora) y mejorar la atención por parte de los funcionarios. En tanto, en el seguro privado los aspectos más relevantes son bajar los precios (bajar costos, bonos más baratos) y aumentar la cobertura y beneficios de los planes de salud.
Para el Director de Adimark, Roberto Méndez, «la diferencia entre los dos sistemas es que el usuario de Fonasa, en general, se siente desprotegido en caso de eventualidad de salud; en cambio el beneficiario de Isapre se siente bien protegido, pero se da cuenta que está en un sistema que es caro. Esta insatisfacción de los usuarios del Fonasa no se refiere tanto a los servicios médicos como al acceso a ellos y los tiempos de espera».
Respecto de las características del sistema en su conjunto, los beneficiarios, tanto del Fonasa como de Isapres, coinciden en que el sistema de salud no es capaz de responder a todos los chilenos, 54% y 53% respectivamente.
Por el contrario, en lo que concierne al acceso a médicos de calidad y centros de salud de excelencia hay un claro contraste en el nivel de satisfacción entre los usuarios del seguro público y el privado; los primeros no superan el 39%, mientras que los segundos, alcanzan el 75%.
Una disparidad similar se manifiesta en el ámbito de la información y la oportunidad. Las personas pertenecientes al sistema Isapres cuentan con más información y un acceso y atención más oportuna que las del Fonasa.
Para mejorar el sistema de salud los usuarios del Fonasa destacan que los aspectos más importantes son reducir los tiempos de espera, recibir una buena atención (ser más amables, más cálidos) y contar con más especialistas. Los beneficiarios del sistema privado coinciden con las dos primeras afirmaciones y agregan que otro cambio sería eliminar las desigualdades, que no se discrimine.
Otro de los temas analizados en el estudio de la Superintendencia de Salud fue el nivel de satisfacción que sienten los usuarios respecto de las atenciones entregadas por los hospitales, clínicas y centros de salud en general.
Del total de las personas que acudieron al doctor o a una atención médica durante el 2010, continúan las diferencias, un 58% de los beneficiarios del Fonasa se siente satisfecho mientras que entre los afiliados a Isapres este indicador sube a 82%.
En general en este ámbito, al igual que en la sensación de protección, se manifiesta una evidente disparidad en los niveles de satisfacción, siendo los más conformes las personas del seguro privado.
Por una parte, los usuarios de Isapres evalúan con un 70% de aprobación los tiempos de espera para ser atendidos, en contraste con los beneficiarios del Fonasa, cuya aceptación llega al 25% y, en el caso del Grupo A sólo a un 12%. Las mayores diferencias de aprobación también se muestran en la atención de las enfermeras, paramédicos y auxiliares, y en la facilidad para realizar exámenes.
El Superintendente de Salud, Luis Romero, señaló que «es lamentable que en el transcurso de los últimos años la diferencia entre la atención que reciben las personas del sistema público y el privado haya aumentado. Esta brecha es una preocupación importante para el gobierno, por lo que nuestro trabajo está enfocado en comenzar a disminuirlas».
En este sentido, agregó que «estamos dirigiendo todos nuestros esfuerzos para mejorar la calidad de la atención que reciben las personas más vulnerables, quienes están en el sistema público. Tenemos dos iniciativas: por un lado, un Plan Piloto de acreditación de 10 prestadores públicos que contribuirá a optimizar la calidad de la atención, desde la llegada del paciente hasta cuando se va de alta y, la segunda, es la emisión de Bonos Auge para resolver las garantías que están atrasadas. La Superintendencia de Salud está permanentemente fiscalizando el cumplimento de este beneficio que va en directa ayuda de las personas».
Usuarios y la reforma
El estudio refrendó, además, considerar qué opinan los usuarios de Isapres y del Fonasa sobre el Plan Único de Salud. En este sentido, sólo un 27% de los beneficiarios del sistema privado prefiere que su plan de salud se financie solidariamente, donde las cotizaciones de todos vayan a un fondo común y se repartan equitativamente apoyando a mujeres y adultos mayores; mientras que un 56% optaría por financiar el plan pagando el 6% de la renta imponible a la Isapre y, si no le alcanza para cubrir el costo del Plan Único recibe una ayuda o subsidio del Estado. En el seguro público la opción del fondo solidario tiene un 37% de aceptación.
Respecto del valor de la libre elección y si las personas pudieran elegir donde atenderse, un 46% de los usuarios del Grupo A del Fonasa indica que buscaría otro centro de salud para atenderse, un 27% del Grupo B, C y D del seguro público opta por la misma alternativa y sólo un 8% del sistema privado se cambiaría.
Otro resultado del análisis tiene relación con el nivel de conocimiento que tienen las personas sobre la Acreditación de los centros de salud. De un total de 222 personas que alguna vez han escuchado hablar de Acreditación, sólo un 35% señala que sabe en qué consiste. Los beneficios de este proceso más conocidos son: recibir una mejor atención, que otorgan un servicio de calidad y que cuentan con profesionales más capacitados, entre otros.
Plan Auge-GES
El Plan Auge o GES sigue siendo bien evaluado por quienes han hecho uso personalmente de este beneficio, un 67% de las personas lo califican con nota 6 y 7. Sin embargo, por quienes sólo lo conocen, saben o han escuchado de él, su aprobación tuvo una disminución de 2% el año 2010 respeto del 2009, obteniendo un 47% de notas entre 6 y 7.
Viendo la evolución de aprobación del Plan Auge o GES, por parte de quienes declaran haber utilizado el beneficio, ya sea personalmente o por algún familiar, durante el 2010 se evidencia una caída de un 9% (de 65% a 56%) en comparación con el año 2009.
En cuanto a la información que las personas tienen acerca del Plan Auge o GES los resultados son preocupantes. Un 50% del total de los entrevistados señaló que estaba poco o nada informado sobre cuáles son las enfermedades garantizadas; un 57% opinó lo mismo respecto de los centros de salud en convenio para atenderse y un 59% indicó, también, tener poca o nada información de los trámites para acceder al beneficio.
Para el Superintendente de Salud, Luis Romero, estos datos son alarmantes, por lo que invitó a la ciudadanía a informarse respecto de los beneficios que otorga el Plan Auge o GES. «Es de vital importancia que, tanto los hospitales, clínicas y centros de salud, informen a los pacientes si su enfermedad está dentro del Auge o GES y, si es así, cuáles son los pasos a seguir, pero también es relevante que las personas soliciten orientación e información, ya sea en su centro de salud o directamente en la Superintendencia de Salud, a través de www.supersalud.cl, el call center 600 836 9000 o en nuestras oficinas a lo largo de todo el país».
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