Un sistema más transparente que estimuló la competencia entre las aseguradoras del sistema privado y que favoreció significativamente a los usuarios, es uno de los resultados que pueden apreciarse a cuatro años de la implementación de la Ley de Isapres y de la Reforma de la Salud. Así lo reveló un balance entregado por el […]
22 de febrero de 2010
Un sistema más transparente que estimuló la competencia entre las aseguradoras del sistema privado y que favoreció significativamente a los usuarios, es uno de los resultados que pueden apreciarse a cuatro años de la implementación de la Ley de Isapres y de la Reforma de la Salud.
Así lo reveló un balance entregado por el Superintendente de Salud, Dr. Manuel Inostroza, que da cuenta del impacto que ha ejercido la nueva normativa regulatoria en los indicadores del sistema privado.
La competitividad entre Isapres permitió que los precios de los planes de salud iniciaran una tendencia a la baja. Un claro ejemplo grafica que desde el año 2006 a la fecha el reajuste promedio fue de un 3,7%, concluyéndose que los reajustes de los últimos cuatro años han sido inferiores en más de un 50% al promedio alcanzado desde el año 2002 al 2005 que alcanzó un 7,7%.
«Luego de la Reforma y la modificación de la Ley de Isapres, tenemos una regulación que equilibra lo que son los derechos de las personas, evitando que hayan precios abusivos, con ajustes en un sistema que es más rentable. Aquí todos se benefician. Gana el sistema porque se hace sustentable, pero también ganan los afiliados porque tienen planes más baratos, con mejor cobertura y están mejor protegidos», destacó Inostroza.
Actualmente, los afiliados pagan en promedio un valor de $83.595 pesos por su plan de salud, es decir cotizan un 9,9% de su renta imponible, esto es un 2,9% más de cotización voluntaria que el 7% legal obligatorio.
Con la implementación del AUGE o GES y la cobertura adicional para enfermedades catastróficas (CAEC), la cobertura en prestaciones de los planes de salud ha mejorado sustancialmente llegando a un 67,4% en 2009, esto es un 3,1% más que en el año 2005 que era de un 64,3%.
¿Cómo ha evolucionado el comportamiento de los afiliados? Durante la crisis asiática que afectó al país entre diciembre de 1997 y diciembre de 2003, se produjo una fuga importante de cotizantes registrándose una pérdida de 492.016 cotizantes y más de un millón de beneficiarios del sistema.
Esta situación se revirtió a partir de entonces, ya que a diciembre de 2009 se ha recuperado un 33% de los cotizantes llegando a 163.943 personas que ingresaron al seguro privado.
Según el Superintendente, «aun en período de crisis, hoy tenemos 14 mil cotizantes más en el sistema privado respecto de 2008. Con la reforma de salud y las regulaciones que hemos introducido, hemos podido proteger mejor a la gente de Isapres, de manera que el sector pueda seguir creciendo en vez de tener pérdidas».
En cuanto a la evolución del grupo de adultos mayores, a partir del año 2005 se produjo un franco aumento de un 26% de la cartera, pasando de 107.433 personas a 135.284 en el mismo período.
Pero quienes más se han visto beneficiadas con estos cambios son las mujeres en edad fértil (entre 15 y 49 años), cuya presencia en el seguro privado iba en baja antes de la Reforma de Salud. Sin embargo, con los cambios regulatorios y su crecimiento en la fuerza laboral, comenzaron a volver al sistema, aumentando en un 12,8%: de 307.730 en 2005 a 347.122 el año pasado.
Con la nueva Ley de Isapres, también hubo cambios en las tablas de factores, que permitieron disminuir la discriminación que existía hacia los afiliados, ya que dosificaron el alza en los precios de los planes por aumento de edad y se ajustaron mejor al gasto real de la cartera.
Finalmente, todos estos cambios regulatorios y de protección de derechos de los usuarios repercutieron directamente en las utilidades de las aseguradoras, que disminuyeron en un 62% en los últimos 4 años, desde 59.903 a la suma de 22.616 millones de pesos el año pasado, ya que las Isapres enfrentaron situaciones de mayor transparencia y competitividad.
«Cuando hay sistemas donde se regula para estimular la competencia, la transparencia y la protección de derechos de los afiliados, las utilidades que a veces pueden estar muy altas, tienden a ajustarse a rangos mucho más razonables de manera que el sistema sea sustentable, pero en virtud de los beneficios de la ciudadanía», agregó.
Ver presentación