Un llamado a los prestadores tanto públicos como privados a sumarse a la cruzada por entregar una mejor calidad en la atención médica, realizó el Superintendente de Salud, Manuel Inostroza, tras dar a conocer los resultados de un estudio que midió el grado de satisfacción de los usuarios respecto de hospitales, clínicas y centros de […]
30 de junio de 2009
Un llamado a los prestadores tanto públicos como privados a sumarse a la cruzada por entregar una mejor calidad en la atención médica, realizó el Superintendente de Salud, Manuel Inostroza, tras dar a conocer los resultados de un estudio que midió el grado de satisfacción de los usuarios respecto de hospitales, clínicas y centros de salud.
Según la encuesta, cuyos resultados se entregaron en un evento que convocó a cerca de 400 directivos y representantes de diversos establecimientos de salud públicos y privados, las clínicas y hospitales universitarios son los preferidos por los usuarios tanto de Fonasa como de Isapres, al momento de atenderse sin libre elección.
«La gran concurrencia que hemos tenido nos demuestra el interés que existe por sumarse a la tarea de acreditar la calidad de atención en salud, sistema que ayudará a mejorar la seguridad en la atención del paciente pero también a establecer mecanismos para entregar un mejor trato a los usuarios», destacó Inostroza.
La evaluación realizada en enero de este año por la consultora Criteria Research y donde se entrevistó a 1.728 personas mayores de 18 años de todo el país, determinó que los recintos mejor evaluados son el Hospital de la Universidad Católica con un 37% de las preferencias, seguido por la Clínica Dávila (33%), el Hospital de la Universidad de Chile (25%), la Clínica Santa María (22%), la Clínica Indisa (15%) y la Clínica Alemana con un 13%.
Si se trata de un centro de atención ambulatoria, un 25% acudiría a Integramédica con un 25%, un 15% a Mega Salud, un 12% a Avansalud (12%) y un 10% al Hospital de la Universidad Católica.
Contar con una mejor calidad en la atención médica, es la característica más valorada por el 48% de las personas, seguido por la rapidez en la atención (44%), la calidad de los profesionales (43%) y una buena infraestructura con un 33%.
En este mismo ámbito, un 49% de los beneficiarios de Fonasa privilegia una mejor calidad en la atención y valora la variedad de especialistas, mientras que el 51% de los afiliados a Isapres espera que los atiendan profesionales calificados.
«Los usuarios del sistema de salud y en especial de Fonasa evalúan aspectos como la calidez y la confianza que se genera en la relación médico-paciente, la calidad técnica de los profesionales, una buena infraestructura y el equipamiento tecnológico, pero lo más importante es que la gente reclama una mejor calidad en el trato y el sistema de acreditación contribuye a satisfacer esta demanda», explicó el Superintendente de Salud.
En cuanto a los centros de salud más usados, el 51% de los encuestados acude a los consultorios, un 34% a los hospitales públicos y un 19% a las consultas médicas privadas. En el caso de Fonasa, predominan los afiliados que van a los consultorios con un 63%, versus un 50% de Isapres que acuden a las clínicas.
Al momento de una emergencia médica, un 41% de los usuarios de Fonasa prefiere atenderse en los hospitales públicos y sólo un 24% en los servicios de urgencia (postas), mientras que el 34% de los usuarios del sistema privado elige las clínicas.
Para Inostroza, la situación que afecta a los servicios de urgencia debiera optimizarse con el sistema de acreditación, ya que contarán por ejemplo «con una mejor selección de riesgo al momento de ingreso, con personal no médico que tenga contacto con el paciente para darle confianza a la ciudadanía, ordenar el proceso de atención de emergencia, evitar las salas de espera, derivar correctamente a aquellos centros de mayor especialidad, a través de un traslado rápido y expedito».
Respecto de la evaluación que realizan los usuarios de los centros de salud, la mejor nota la obtienen las clínicas con un 6,3, seguido por los hospitales universitarios con un 6,1. En tanto, los servicios de urgencia son calificados con nota 4,8. Las clínicas también lideran en materias como atención de hospitalización y atención de urgencias.
Ante la pregunta ¿en qué casos se atendería por libre elección?, un 40% de los encuestados reconoce no saber, lo que demostraría que esta modalidad significa no tener una restricción a priori, ya que se sospecha que en alguna circunstancia puede perjudicar al usuario.
Frente a la situación de renunciar a la libre elección a un plan de salud con mayor cobertura pagando la misma cotización actual, a cambio de ser atendido sólo en hospitales o clínicas previamente convenidas por el afiliado, un 52% admite que no se cambiaría de plan.
Cabe destacar la buena percepción que existe de los prestadores de salud asignados para atenderse por el plan AUGE o GES: un 32% de los usuarios tanto de Fonasa como de Isapres les colocan notan 7 y un 28% nota 6.
«Cuando se evalúan los prestadores AUGE, la buena nota es igual tanto en Fonasa como en Isapres, lo que demuestra que el AUGE es la solución y por eso estamos pidiendo acreditar la calidad dentro de la modalidad de prestaciones garantizadas, ya que al ver la gente que cuenta con atención rápida, con profesionales que se preocupan de resolver con prontitud sus problemas de salud, garantizando además la cobertura y con menor copago, la valoración de la ciudadanía sube a tal punto que se iguala con las clínicas privadas», agregó el Superintendente.
Sistema de acreditación en marcha
Al igual que los buenos resultados alcanzados con el AUGE que han permitido mejorar la percepción que tienen los usuarios respecto de los prestadores públicos y privados, debiéramos ser capaces -según Inostroza- de extender estos beneficios de garantizar la calidad al resto de las prestaciones de salud, «para que tengamos una equidad efectiva de atención de salud para todos los chilenos».
Si bien el proceso de acreditación es aún voluntario, se mostró confiando en que al menos unos 40 recintos asistenciales públicos y privados realizarán en una primera instancia la autoevaluación, para luego ingresar al sistema dentro de los próximos tres meses.
«¿Cuando será obligatorio? Eso va a depender de la voluntad del Ministerio de Salud, ellos son los que fijan las normas y nosotros las aplicamos y las fiscalizamos. Eso debiera ocurrir dentro de 2 a 3 años más, cuando tengamos gran parte de los prestadores acreditados», finalizó.
Hay que recordar que dentro de la acreditación se evalúan 8 ámbitos que tienen que ver con la gestión de reclamos, si existe un comité de calidad o de usuarios, la seguridad de los pacientes, la correcta aplicación de los procedimientos quirúrgicos, el funcionamiento del equipamiento y tecnología, la mantención de los edificios e infraestructura, la certificación de los especialistas, etc.
La entidad encargada de realizar la acreditación será un establecimiento privado y quien tendrá el rol de fiscalizar el sistema será la Superintendencia de Salud, que además tendrá la facultad de sancionar a los prestadores públicos o privados que no cumplan con los procedimientos exigidos.
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