Como hemos comentado en variadas oportunidades, en el marco de la reforma en salud, los beneficiarios del sistema público y privado tienen derecho a exigir cuatro garantías explicitas, estas son: Acceso, Oportunidad, Protección Financiera y Calidad. En tal sentido le corresponde a la Superintendencia de Salud, a través de su Intendencia de Prestadores, dar seguridad […]
20 de mayo de 2009
Como hemos comentado en variadas oportunidades, en el marco de la reforma en salud, los beneficiarios del sistema público y privado tienen derecho a exigir cuatro garantías explicitas, estas son: Acceso, Oportunidad, Protección Financiera y Calidad. En tal sentido le corresponde a la Superintendencia de Salud, a través de su Intendencia de Prestadores, dar seguridad y fe pública de la correcta aplicación de los sistemas de evaluación de la calidad de las atenciones de Salud, tanto en la certificación de profesionales del área como en los procesos de acreditación de clínicas, hospitales y otros establecimientos que forman parte de las redes.
Entonces para dar cumplimiento con la cuarta garantía explícita en salud esta Superintendencia, por mandato legal, ha iniciado la primera fase del Registro Público de Profesionales de la Salud, correspondiéndole ser inscritos los profesionales Médicos Cirujanos y Cirujanos Dentistas. Cabe destacar que, por vez primera, en la historia sanitaria de nuestro país, se han establecido nuevos sistemas de evaluación de la calidad de atención.
Lo importante para la comunidad es que mediante el Registro Público de Profesionales de la salud podrán acceder a la información respecto de la formación académica y de especialidad que tienen los distintos actores de la salud. Si bien es cierto, esta primera etapa se ha iniciado con la incorporación de dos profesiones, en un plazo de tres años, la Superintendencia, deberá contar con una base de datos pública (de libre acceso) que incorporé, además, a Enfermeros; Matrones; Tecnólogos Médicos; Psicólogos; Kinesiólogos; Farmacéuticos y Químico Farmacéuticos; Bioquímicos; Nutricionistas; Fonoaudiólogos; Terapeutas Ocupacionales; y profesionales-técnicos auxiliares de la salud.
Recordaremos esta iniciativa como el primer peldaño en la construcción de la garantía de calidad, que asegure el piso mínimo exigible a un profesional que otorga atención de salud: su título profesional. Se avanzará, por lo tanto, en la erradicación del ejercicio ilegal de las profesiones en salud.