Con la presencia de la Ministra de Salud, Dra. María Soledad Barría se inauguró el Primer Seminario para Evaluadores de Prestadores de Salud que organizó la Superintendencia de Salud, a través de la Intendencia de Prestadores. Este seminario que capacita a una cincuentena de profesionales de vasta trayectoria que constituirán posteriormente las entidades acreditadoras […]
1 de octubre de 2008
Con la presencia de la Ministra de Salud, Dra. María Soledad Barría se inauguró el Primer Seminario para Evaluadores de Prestadores de Salud que organizó la Superintendencia de Salud, a través de la Intendencia de Prestadores.
Este seminario que capacita a una cincuentena de profesionales de vasta trayectoria que constituirán posteriormente las entidades acreditadoras que implementarán los estándares de calidad en establecimientos de salud tanto públicos como privados, es a juicio de la Secretaria de Estado, el primer paso para materializar a futuro la garantía de calidad en la reforma de la salud.
La Ministra explicó que en «esta reflexión sobre la acreditación y la calidad, implica poner en marcha cada uno de los instrumentos y estándares que se han creado para iniciar una evaluación sistemática de los centros de salud».
Reiteró que Chile ha tenido siempre políticas públicas de calidad y que la Organización Mundial de la Salud ha colocado como ejemplo el hecho que en nuestro país las mujeres han pasado a duplicar en un siglo sus expectativas de vida. Sin embargo, al mismo tiempo que hemos tenido logros significativos, la reforma de la salud permitió descubrir brechas inaceptables en los indicadores sanitarios que provocan en la población sensación de desprotección.
El proceso de acreditación y la implementación de los estándares de calidad apuntan a ello: al gran desafío de instalar estos instrumentos y desarrollar un mejoramiento continuo y sistemático que permita satisfacer los derechos de las personas.
Por su parte, el Superintendente de Salud, Dr. Manuel Inostroza, explicó que en lo que respecta a calidad se implementarán simultáneamente los procesos de acreditación a los prestadores y de certificación a los profesionales y especialistas que integran los equipos de salud.
A la Superintendencia de Salud le corresponderá autorizar y fiscalizar a las entidades acreditadoras en el cumplimiento de los requisitos y procedimientos de operación. Declaró que es importante que la gente perciba que así como estamos regulando y fiscalizando al Fonasa y a las Isapres, también esta Superintendencia tendrá la función de hacer lo mismo en el ámbito de la prestación.
Es decir, cuando el sistema de acreditación de calidad esté en régimen la Superintendencia velará porque los hospitales y clínicas privadas cumplan con ciertos estándares de infraestructura, equipamiento, nivel de los especialistas que los atienden y esa va a ser una garantía. De manera, que cuando un usuario entre a un servicio de urgencia para atenderse de un infarto o cuando vaya a un consultorio de especialidades a atenderse una diabetes, de una neumonia, sepa que al estar en un establecimiento acreditado, tiene la seguridad y garantía que la calidad de atención que está recibiendo obedece no sólo a estándares de calidad chilenos sino a nivel internacional.
Dijo que el proceso de acreditación demorará algunos años, pero que éste completará la reforma de la salud chilena, ya que a las garantías de oportunidad, acceso, protección financiera que tiene el AUGE se sumará la de calidad.
El Superintendente mostró su esperanza que en el primer trimestre del próximo año muchos establecimientos van a querer estar acreditados porque ello les otorgará un plus y un prestigio al centro asistencial. Explicó que aquellos que no logren acreditarse no podrán otorgar prestaciones AUGE.
En cuanto al proceso de certificación, la Ministra de Salud dijo que ello le permitirá a la Superintendencia elaborar un registro para saber cuantos médicos, profesionales de la salud y especialistas hay en Chile.
Por su parte, el Intendente de Prestadores, Dr. José Concha, indicó que «necesitamos que los establecimientos se preparen para este proceso de autoevaluación, haciéndose asesorar con instituciones que los apoyen e involucrando a sus propios equipos.»
La aplicación de estos nuevos instrumentos y estándares dará garantía a la población que las prestaciones que se otorgan se están haciendo en muy buen nivel.
Estos instrumentos, anticipó, ya fueron probados en una marcha blanca tanto en el sector público como privado. Por eso, dijo, estamos en condiciones de partir.
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